De acuerdo con un estudio de ONU Mujeres en Colombia, “una mujer recibe 88 pesos por cada 100 que recibe un hombre por realizar el mismo trabajo.” Así mismo, de acuerdo con un estudio del DANE, se estima que las mujeres destinan más de 25 horas a la semana en labores del hogar, mientras que los hombres dedican poco más de 10. Por otro lado, se estima que de seguir este patrón podría llegarse a un equilibrio salarial entre hombres y mujeres que reconozca las actividades del hogar, predominantemente realizadas por las mujeres hasta el año 2073.
Igualdad de oportunidades
Es evidente que la igualdad de género debería verse representada en todos los ámbitos de la experiencia humana, incluidos los ambientes laborales. Es un derecho fundamental de la mitad de la población (las mujeres) tener acceso a las mismas oportunidades y competir en un contexto laboral justo, en el que su trabajo es valorado de acuerdo a un estándar de competencias, no de género. Adicionalmente, de acuerdo a un boletín de ONU Mujeres, “si las mujeres pudieran participar en la economía en igualdad de condiciones, el Producto Interno Bruto mundial podría aumentar 26%, lo que equivale a 12 billones de dólares para el año 2025”.
De acuerdo con este mismo estudio de ONU Mujeres, se calcula que “13 de cada 100 mujeres que están en condiciones de trabajar y están buscando un empleo, no lo logran, cinco puntos porcentuales mayor que los hombres (8 de cada 100).” Teniendo en cuenta que la tasa de desempleo y empleo informal en Colombia que oscila en un 60%, y las condiciones laborales de inequidad salarial que se agudizan más en zonas rurales, garantizar un crecimiento del PIB del 26% a través de políticas públicas y cambios estructurales y culturales de la percepción y remuneración del trabajo entre hombres y mujeres es una oportunidad que debe ser enfatizada.
La brecha salarial de género es un fenómeno global, que además se agudiza en otras regiones del mundo de acuerdo a la raza. En Estados Unidos, de acuerdo con un estudio de AAUW por cada dólar que recibe un hombre, una mujer recibe en promedio únicamente 82 centavos. Adicionalmente, si eres una mujer asiática recibes 89 centavos por cada dólar, si eres afrodescendiente recibes 62 centavos por cada dólar, si eres hispana 54 centavos, y así sucesivamente con mujeres de otras razas. Por si fuese poco, en el momento de recibir la pensión, las mujeres reciben en promedio el 70% de los ingresos que reciben los hombres pensionados.
Qué podemos hacer para contribuir a disminuir la brecha de género
- Mejorar las oportunidades de acceso a trabajos de calidad para todas las personas independiente de su género, capacidad adquisitiva, ubicación geográfica etc.
- Asegurarse que se cuenta con una hoja de ruta y un set de competencias y tareas de cada uno de los cargos de la organización, para así escoger y mantener los perfiles que mejor se acomodan a cada cargo.
- Reconocer la brecha salarial de género y tomar medidas para disminuirla en todos los niveles de la organización.
- Hablar con claridad acerca de las expectativas salariales de las carreras profesionales, los estudios técnicos y tecnológicos, así como el acceso a pasantías y trabajos de calidad en cada una de ellas.
- Reconocer las labores del hogar, la maternidad y la paternidad como cargas equilibradas a nivel familiar.
